En la transición de siglo surgió también un mayor interés por la moda ética y sostenible, con preocupación por el medio ambiente y el impacto que un rápido consumo de prendas puede causar en el ecosistema. Entre mediados de siglo y comienzos del siglo XX surgieron diversas tendencias adaptadas de estilos anteriores europeos, como el directorio, el burgués y el neorrococó.