En 1962 el equipo nacional de Checoslovaquia fue derrotado por 3-1 en la final de la Copa Mundial de la FIFA de 1962 en Chile, subcampeona del mundo, y repitió el éxito de la final de la Copa Mundial de la FIFA 1934 en Roma. Anton Bulla, el entrenador en 1953, añadió ocho nuevos jugadores al equipo. Entre los jugadores del Slovan estaban el meta Viliam Schrojf y el defensor Ján Popluhár.