También se cubrían con mantones de encaje o cachemira, o sobretodos como mantos, mantelets, paletones o capas Tudor. En ocasiones, llevaban unos rodetes sobre las orejas, camisetas de futbol como se aprecia en la Dama de Elche. En el peinado femenino destacan los complejos tocados que se aprecian en las esculturas denominadas «damas», formados por cofias o diademas de las que colgaban joyas y abalorios, o bien mitras cónicas sobre las que se colocaba el velo.